miércoles, 12 de junio de 2013

Ganglios linfáticos










El componente fluido de la sangre (plasma) se extravasa desde los capilares a los tejidos, generando el líquido intersticial. Parte de este retorna a la sangre a través de las membranas capilares, pero el resto, llamado linfa, fluye desde los tejidos conectivos a una red de finos capilares linfáticos abiertos, y de allí va pasando a vasos cada vez mayores (vasos linfáticos).  La linfa llega al mayor vaso linfático, denominado conducto torácico, que descarga a circulación sanguínea a nivel de la subclavia izquierda (cerca del corazón), de este modo se cumple una de las funciones del sistema de vasos linfáticos: capturar fluido procedente de los tejidos y reingresarlo en la sangre, asegurando niveles estables de fluidos en el sistema circulatorio.

La otra función del sistema linfático es capturar antígenos de los líquidos intersticiales de los tejidos y llevarlos a algunos órganos linfoides secundarios, donde quedaran retenidos para su interacción con las células del sistema inmune. El antígeno queda retenido en alguno de los ganglios interpuestos a lo largo el sistema de vasos, pero en el caso de que pase de largo entrara en circulación sanguínea y tendrá la oportunidad de ser captado por el bazo.
Aparte de estos órganos sistémicos existen folículos linfoides difusos. Son agregados de células linfoides rodeados de capilares linfáticos que drenan al folículo. Existen miles de tales folículos dispersos por casi todos los órganos y tejidos, siendo especialmente abundantes a lo largo del tracto gastrointestinal, bronquios, tracto respiratorio superior y tracto genital.

El Ag puede entrar desde el líquido intersticial, pasando a los capilares linfáticos, y de ellos a los vasos linfáticos, por los que accede a algún ganglio linfático regional.
















Ganglios linfáticos: Están intercalados en la red de vasos linfáticos, frecuentemente en la confluencia de ramificaciones de vasos.

Hay grupos de ganglios especialmente abundantes y estratégicamente situados en: -cuello (ganglios cervicales), -axilas (axilares), -ingles (inguinales), -mediastino, -cavidad abdominal.
Estos ganglios drenan regiones superficiales (piel) y profundas del cuerpo (excepto el interior de la cavidad craneal).
Son la primera estructura linfoide organizada que se encuentra un antígeno que proceda de los espacios tisulares, y están especialmente diseñados para retener antígeno, cuando la linfa percola por el interior de ellos, y para que interaccione con los linfocitos y otras células que van a iniciar la respuesta inmune especifica.
Los ganglios humanos suelen medir entre 2 y 10 mm de diámetro, y tienen forma de judía, con una parte cóncava denominada hilio, a donde entra una arteria que se ramifica en arteriolas, vénulas, postcapilares y vena que sale por el hilio.
La linfa llega al ganglio por los varios vasos linfáticos aferentes, y sale por un único linfático eferente a la altura del hilio.
Histológicamente se distinguen varias zonas dentro del ganglio:

A)- Corteza: es el área rica en células B (con macrófagos). En ella se pueden distinguir:
1. folículos primarios, ricos en linfocitos B maduros en reposo.
2. folículos secundarios (que se forman a partir de los primarios tras la estimulación antigénica), con su manto y su centro germinal.

B)- Paracorteza: es el área rica en células T (donde además se localizan células dendríticas interdignantes).

C)- Medula: con células B, T, células plasmáticas y abundantes macrófagos.

D)- seno subcapsular, a donde van a parar los antígenos timo-independiente.

El antígeno llega solo o transportado por células de langerhans o similares. En la paracorteza las células de langerhans se convierten en células dendríticas interdigitantes, que procesan el Ag y lo presentan en sus MHC-II (abundantes en sus largos procesos membranosos) a los linfocitos, provocando la activación de las células Th, las cuales activan ya a algunas células B. Al cabo de 3 o 4 días, algunas células B se diferencian a células plasmáticas secretoras de IgM e IgG.
Pero la mayor parte de las células B en trance de activación emigran a la corteza, a los folículos primarios. Allí se producen interacciones entre células dendríticas foliculares, macrófagos, células Th y células B, que hacen pasar al folículo a folículo secundario, con su centro germinal. Allí continua la activación de las células B, que proliferan (centroblastos) y se diferencian en dos subciones:

A)- células B de memoria.

B)- células plasmáticas secretorias de anticuerpos. Dichas células emigran a la medula, y las grandes cantidades de Ac secretados salen a la circulación linfática.
Tanto para la activación de las células B como para la generación de células de memoria, las células dendríticas foliculares (FDC) del centro germinal, con sus largos procesos de membrana que atrapan complejos Ag-Ac, poseen un papel esencial.


 Presentado por el Grupo #4

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